Me gustaría empezar este artículo definiendo qué es la infidelidad, pero lo cierto es que no hay ninguna definición única para este término, dado que es algo muy variable de unas personas a otras. Para algunas comienza simplemente con el hecho de fantasear sin traspasar ninguna línea afectiva o sexual. Sin embargo, para otras, la infidelidad empieza en el momento que transgredimos esas líneas.
Independientemente de muchas variables que influyen, podemos afirmar que la infidelidad es el quebrantamiento de un compromiso dentro de una relación, por parte de una persona en la que confiábamos ciegamente (supongo que de ahí viene la frase que seguro todos hemos escuchado: “el amor es ciego”).
Cuando una de las personas de la pareja cruza estos límites que previamente se habían pactado explícita o implícitamente, la otra persona sufre una devastación emocional y esto desencadena unos síntomas que afectan en todas las áreas de nuestra rutina y de nuestras relaciones. En varias ocasiones, hablamos de que estas personas sufren una sintomatología muy similar a la que pueden sufrir personas diagnosticadas con Trastorno de Estrés Postraumático.
En el momento en que la persona se entera de esto, la primera reacción es preguntar:¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿con quién?, sin darnos cuenta de que todas estas respuestas nos harán aún más daño y nos llevarán a más preguntas, entrando así en un bucle. Es entonces cuando comienza el pensamiento obsesivo que se da de manera consciente e inconsciente. Mis pacientes lo definen como invasivo y persistente. En muchas ocasiones, nos encontramos envueltos haciendo diferentes tareas y, sin darnos cuenta, ese pensamiento aparece, se mantiene y se hace cada vez mayor, sin dejarnos avanzar, provocándonos mareos, dolor de estómago, náuseas, falta de apetito, migraña, etc.
He visto en numerosas ocasiones a mis pacientes que han sido víctimas de una infidelidad llegar a la consulta con mucha culpa sobre sus hombros. Una culpa expresada de mil maneras diferentes: “no sé porque me siento así, al menos me di cuenta del tipo de persona que tenía al lado”, “es que llevaba mucho tiempo sin hacerle caso”, ¨he visto a la otra persona, normal que me haya dejado”, “no entiendo que he hecho mal”. Si hay algo que se tiene claro sobre la infidelidad, es que devasta la autoestima de la otra persona. La persona comienza a autodevaluarse hasta tal punto que se siente responsable de todo lo acontecido.
El problema de sufrir una traición es que hay que volver a confiar, no solo en tu pareja (si así lo deseas), sino en todas tus relaciones cercanas: tu familia, amigos, compañeros de trabajo… Hay una etapa en el duelo, en la que la persona puede llegar a aislarse. No le apetece rodearse de sus seres queridos, porque el mero hecho de pensar que puede volver a esa vorágine de emociones dolorosas hace que rechace todo tipo de interacción. Sin embargo, otras veces son comportamientos celosos. No soportan que la gente que quieren se junte con otras personas y tenga una relación especial con terceros.
En España y Latinoamérica las infidelidades son hoy en día el principal motivo de consulta en terapia de pareja, superando el 50%. Baumann asocia esto con el amor líquido, refiriéndose a que actualmente vivimos en una sociedad donde todo es rápido, fácil y fácilmente reemplazable.
Especialmente en la cultura latina, es algo que se tiene tan normalizado que nos olvidamos de que esa persona sufre todos los síntomas que acompañan a un trauma, como el que tiene un accidente de coche y le da miedo volver a conducir, o aquel que sufre un atraco con arma blanca y es incapaz de ver un cuchillo delante sin entrar en pánico. Es un trauma que muchas veces se sufre de manera silenciosa, por la vergüenza, por la culpa o por la falta de comprensión.
Si te has sentido identificada o identificado con alguna de las frases, sentimientos, emociones o comportamientos aquí expresados, en el Teléfono de la Esperanza, te comprendemos y te escuchamos y estamos aquí para ti.
Texto escrito por : Carla López Piñeiro (voluntaria del TES área de crecimiento)
Es posible superar el trauma de la infidelidad?
He pasado algunas veces por esta situación. Si bien no vivo mas con esa persona y no la extraño para nada. Me cuesta muchísimo salir del aislamiento. Me cuesta activarme, poder informarme sobre como divorciarme . Me duele el cuerpo y no tengo ningún tipo de energía.
Quiero mejorar pero no puedo , me escapo de todo el mundo, no me dejo ayudar. No puedo salir del encierro, no puedo pensar. etc etc