Escuchar es un acto voluntario que requiere de una motivación y de una intención; va más allá del simple acto de oír.

Enel ir y venir de la cotidianidad y rodeados de virtualidad, el valor de la escucha se está olvidando. Para volver a conectarnos con el otro, es necesario empezar a prestar atención a los otros practicando la escucha activa.

 

¿Qué es entonces escuchar al otro de manera activa?

Escuchar receptivamente implica prestar total atención a la persona que nos está hablando. Es recibir todo lo que el otro nos está diciendo de manera empática, es decir, escucharlo como si fuera nuestra propia experiencia. De acuerdo con una de nuestras voluntarias en el Teléfono de la Esperanza Suiza, escuchar es:

 

“Estar conscientemente presente oyendo lo que la persona nos desea realmente comunicar, sin pensar aún en las posibles respuestas o dejar que nuestros prejuicios nos distraigan bloqueando así la escucha receptiva”.

 

A veces creemos estar ahí escuchando, sin darnos cuenta de que las distracciones, el multitasking o nuestros deseos de “dar nuestra opinión” no nos están dejando centrarnos y escuchar plenamente.

 

Ser buenos escuchando es una tarea que requiere práctica

Julian Treasure recomienda 5 ejercicios para volvernos mejores oyentes en el día a día:

  1. Silencio: 3 minutos de escuchar silencio.
  2. La mezcladora: aislar de manera consiente los sonidos individuales que están a nuestro alrededor, filtrarlos y reconocerlos.
  3. Saborear: disfrutar los sonidos cotidianos.
  4. Cambiar la posición de la escucha: qué actitudes tienes al escuchar, ser consientes de ellas y cambiarlas deliberadamente. (¿es activa o pasiva? ¿reductiva o expansiva? ¿crítica o empática?).
  5. RARP: Recibir, Apreciar, Resumir, Preguntar (RASA en inglés).

 

Para poder escuchar al otro primero, tenemos que recibir lo que nos trae, dejarlo hablar sin interrupciones, apreciar con señales no verbales que se es empático con lo que está diciendo, resumir o parafrasear lo que se escuchó para verificar que se ha entendido el mensaje y, por último, hacer preguntas sobre la información dada.

Una de nuestras voluntarias en el Teléfono de la Esperanza Suiza describe el proceso:

 

“Escuchar… percibiendo en el encuentro no sólo el tema, si no la forma, el tono, las emociones que se expresan o no se expresan, las incongruencias, los ruidos de fondo, los silencios, etc. Aclarando en caso de duda, si lo que la persona nos está comunicando y creemos haber entendido es correcto, para poder hacernos una idea de la situación real que se encuentre libre de cualquier idea preconcebida, así la persona se sentirá escuchada”.

 

 

5 ejercicios para volvernos mejores oyentes (Julian Treasure)

 

Escuchar con conciencia nos trae bienestar

Los seres humanos necesitamos sentirnos conectados y pertenecientes a nuestros círculos sociales. Interacciones sociales sanas y placenteras llevan a sentirnos satisfechos y felices. Sentirnos escuchados trae alivio, nos sentimos queridos e importantes para el otro dando sentido a nuestra vida.

Así mismo, al escuchar conscientemente a los otros, también aprendemos a escucharnos a nosotros mismos. Por lo que también nos lleva a tener auto consciencia de nuestras emociones y conectarnos con nosotros mismos.

Nuestra misión en el TES es escuchar a cada uno de nuestros llamantes para que encuentren en la llamada un espacio seguro de conexión y encuentro que le brinde salidas a las crisis y caminos hacia el bienestar emocional.

 

“Pero sobre todo poder contener a la persona, por un momento que exprese libremente su malestar, su frustración, que sienta que se le está dando un espacio único para aclarar y manifestar sus emociones sintiéndose acompañada en el proceso y de este modo, tal vez, poder encontrar una salida a la crisis que se está presentando”.

 

El 27de Marzo la organización TELEFONO DE LA ESPERANZA celebra el día de la escucha. Esta jornada busca generar conciencia de la cultura de la escucha en la sociedad. Estimulando a padres y educadores a trasmitir el valor de la escucha a los más jóvenes y así crear ciudadanos con actitudes de escucha activa hacia los otros y comprensión empática de otras realidades –soledad, crisis o situaciones que generen sufrimiento.

 

Texto elaborado por Catalina Burckhardt

Voluntaria y psicóloga del Teléfono de la Esperanza-Suiza

 

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