Hace poco el mundo se vio envuelto en un largo periodo de silencio, aquel que nos dejó en casa por semanas y además del miedo nos enfrentó a nosotros mismos. Aquella experiencia nos enseñó otras formas de entretenernos, al mismo tiempo que mucha gente aprendió a vivir de otro modo. El silencio nos dio y nos da la posibilidad de crear, nos permite enfocarnos en
aquello que queremos hacer. A través incluso de la tecnología (por ejemplo: con los relojes inteligentes) notamos los recordatorios del “minuto de silencio”, una oportunidad para concéntranos en nuestra respiración y ayudarnos a mantener nuestro equilibrio mental. El silencio es un tema presente en todo momento: Por ejemplo cuando conversamos con alguien y no sabemos cómo “romper el hielo”. Cuando llegamos a casa y no encontramos a nadie, o por el contrario cuando todos se van y se hace ese silencio después de que el último cierra la puerta. Algunos inconscientemente, buscan algo que los llene: ponen música,
encienden la televisión, lo que sea con tal de escuchar algo y sentirse de alguna forma acompañados. Disfrutar del silencio es un tema que tocamos pocas veces o del que muy poco sabemos. Esto incluye los beneficios que el silencio tiene sobre nuestra salud y estado emocional e inclusive en nuestra comunicación. La cuestión es enfocarlo de la manera correcta, para aprender a disfrutar de él.

Esta semana nuestra querida compañera Yazmín Dupont, psicóloga voluntaria del Teléfono de la Esperanza desde el año 2014, tuvo la amabilidad de respondernos algunas preguntas sobre este tema:

– ¿Podemos decir que el silencio es útil?
“El silencio puede ser muy útil. A través de él (o con él) podemos saber, sentir, entender,
recordar. Al ser parte de nuestra vida, nos ayuda a disfrutar de ella en diferentes aspectos. Uno
muy claro es por ejemplo la música: El silencio puede hacer una pieza más intensa, sin él los
sentimientos que ésta puede provocar serán menos potentes”.

-¿Es posible aprovechar el silencio?
“Muchos podrían pensar que el silencio es ausencia, sin embargo, a su vez refleja mucha
presencia. Por ello empecemos reconociéndolo y aceptándolo como parte del equilibrio que
puede aportar. Si lo recibimos nos enseñará mucho”.

-¿Cómo ayuda el silencio a disminuir el estrés y la ansiedad?
“El silencio en nuestra persona nos permite escucharnos y sentirnos, dando lugar a un
aprendizaje de nosotros mismos. Nos permite escuchar nuestro cuerpo y lo que pasa en él: como
el ritmo cardiaco, la respiración, etc.; pero también nuestro interior psíquico: como sentir el
momento, planear, proyectarnos de acuerdo con nuestros intereses, evaluar el punto en el que
uno mismo se encuentra en su vida. Permite escuchar lo que pasa y esto puede ser una
herramienta con la que incluso podamos manejar de manera óptima el estrés de la vida.

-¿Puede el silencio fortalecer las relaciones?
“Nos puede abrir la posibilidad de tomar un sabor diferente de la vida y seguir viviendo o en
algunos casos, cambiar algo que no nos va bien a nosotros mismos, ya sea en nuestra vida o en
relación con los otros. Puede fortalecer o alejar. Es para utilizarse con moderación, para
mantener un equilibrio en nuestras relaciones interpersonales. El silencio es una parte
indispensable en nuestra vida diaria, vale la pena considerarlo como un aliado en la búsqueda
de nuestro propio equilibrio”.

Yazmín nos recuerda la importancia del silencio en nuestro equilibrio, así como también la
oportunidad de escucharnos a nosotros mismos en medio del ruido cotidiano. Encontrar
momentos de calma y silencio impacta de una manera positiva nuestras vidas. Así que la
próxima vez que estés en medio de un silencio, no subestimes su valor. Date la oportunidad
de sentirlo y disfrutarlo.

Texto escrito por Elena Perego (voluntaria del Área de comunicación)

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