Entre Amigo suiza

 

¿Quién de nosotros no ha escrito un mensaje o levantado el teléfono alguna vez, esperando escuchar la voz de su amig@? De seguro tenemos amigos para cada ocasión: aquellos que nos acompañan, los que nos escuchan y los que de ser necesario nos dicen en la cara lo que no queremos oír. Otros, que a pesar de todas las tormentas y los días de sol, nos acompañan y nos ofrecen su mano.

 

 

Definido por la RAE como un “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. La amistad desde mi punto de vista, es un concepto más amplio y con más matices.

Mi definición de amistad, implica principalmente el hecho de saber que no importa la distancia en espacio y tiempo, puedo contar siempre con aquellos que yo considero mis amigos, implícito a ello valoro mucho la palabra fidelidad. Probablemente, esta forma muy propia de entender la amistad no coincida con la de otras personas. Por ello afirmo que el concepto es amplio y no personal.

No hablaremos aquí sobre la amistad con un click que nos ofrecen las redes sociales. Nuestra reflexión va en el sentido de aquello que cada uno, individualmente, requiere para considerar a otro como su amig@. Hacerse las preguntas: ¿qué es lo que yo valoro? ¿qué códigos o gustos
compartimos? nos ayudará a entender como está construida esa amistad. Nos daremos cuenta a la vez que con cada amig@ la definición no siempre está formada con los mismos adjetivos. Porque la amistad es diversa y distinta. De cada persona recibimos algo diferente, algo especial que deseamos conservar.

Hace poco escuchaba a una amiga; muy preocupada por otra amiga que yo no conozco, que vive en carne propia el dolor de la otra. Que quiere estar presente, aunque a veces no sea de manera presencial porque la ocasión no se lo permite. Ella, encuentra las maneras de hacérselo saber,
aunque sea a punta de insistir por mensaje de texto. Lo importante es transmitirle el mensaje: “no estás sola. Cuentas conmigo”. ¿Cuántos de nosotros nos vemos reflejados? Yo, por mi parte, pienso en aquellas amig@s que dejé en mi país, con los que hablo a veces, recuerdo las reuniones y los momentos de confidencia con risas y alegrías que también anhelo.

La amistad tiene este punto incondicional y por supuesto un montón de estas dosis de “Apoyo”, que tanto necesitamos. Si echamos un ojo a nuestra realidad como migrantes, nos encontramos en un país donde nos toca empezar desde cero. Algunos con suerte, serán recibidos por alguien que ya conocen. Los otros buscarán diversos caminos para crear nuevos lazos de amistad. A otros como yo, más insatisfechos, nos costará un poco. Pero les digo desde mi experiencia que, a pesar de todo, si se puede.

Valora y aprecia, cada gesto que la otra persona tiene contigo. Quizá todavía no la conoces bien, pero puedes ver en sus intenciones la honestidad. Ser agradecido y sobre todo recíprocos, es un elemento perfecto para construir una nueva relación. Así mismo, atrévete a llamar a aquellos que han dejado una huella positiva. Hazles saber lo importante que han sido para ti. Puede ser que muchos de ellos no estén cerca, pero el solo hecho de escuchar su voz te dará la energía que estas buscando.

Anímate a unirte a un grupo. A crear nuevos lazos que te apoyen en tu día a día. Si deseas comenzar da el primer paso hacia adelante.

 

Texto escrito por:  Elena Perego (voluntaria del TES, área de comunicación).

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