Por esas casualidades de la vida, estuve escuchando aquella canción de José Luis Perales que dice: “Esos días grises del otoño me ponen triste”. Lo interesante, es que el clima de este año nos tiene todavía en una especie de primavera, que hace que la transición del verano al invierno sea, por así decirlo, “llevadera”. De repente, siendo un poco egoísta, caí en cuenta de
que era mejor para mí, porque al fin y al cabo este calorcito me daba felicidad y eso me funciona bien. ¿A quién no le ha pasado que cuando ve oscurecer más temprano, le entra un poco de nostalgia? Y ya puestos en el tema, es posible que para algunos esa transición sea aún más difícil. El otoño encierra un montón de matices que van más allá del gris, basta con darse una vuelta por los hermosos bosques que tiene el país para disfrutar del “cambio de piel” que la naturaleza propone. Es un espectáculo ver como caen las hojas y así brillan los colores del otoño. Por supuesto que habrán muchas maneras de verlo. Yo prefiero el enfoque optimista, relacionarlo con un ejemplo de la naturaleza sobre la adaptabilidad. Vemos que la naturaleza no se prepara para enfrentar el cambio, sino para recibirlo.

 

¿Podemos, inspirados en esta transformación, tomar el ejemplo y aplicarlo a nuestra propia existencia? Tomemos cada cambio como una oportunidad de crecimiento personal. Una oportunidad que nos conduzca a la renovación. Los siguientes meses nos invitarán a la reflexión y al recogimiento, apreciemos la luz que nos brinda el calor de la familia y los amigos.
Sintonicémonos con el equilibrio y la belleza de cada una de las estaciones. Esto tendrá una influencia directa en nuestro bienestar emocional. De esta manera, estaremos preparados para abrazar el mágico invierno, la caída de los primeros copos de nieve y el sin fin de compromisos que esta época nos trae. También será válido utilizar algunas estrategias: Poner flores en tu casa, abrir las cortinas para dejar entrar la luz, hacer ejercicio y aprovechar cada invitación a salir que recibamos.

 

emoji ☔ | paraguas con gotas de lluvia | Joypixels | Animation GIF 64x64 | umbrella with rain dropsDicho esto, me viene a la mente mi llegada a Suiza, por coincidencia fue en el mes de octubre. Me había informado sobre el frio y tenía muchas expectativas en ver caer la nieve. Recuerdo haber sentido nostalgia, porque de donde yo vengo octubre significa primavera. En definitiva, no estaba preparada. Un país nuevo, empezar de cero. Lo viví a ciegas, un poco con inocencia un poco con ilusión. No voy a mentir, pase uno de los inviernos más fríos de mi vida. Quizá me ayudo el optimismo, la curiosidad o fue suerte de principiante. Pero aprendí y al siguiente invierno me fue mejor. Lógicamente esto no quiere decir que siempre es color de rosa, todos pasamos de vez en cuando por dificultades y las calles lluviosas sin duda alguna poco nos ayudan.

 

Recordemos que, así como pasa en el otoño, una buena preparación de nuestra parte será la clave para recibir el invierno. Esta en nosotros lograr que cada día cuente. Ayudémonos a nosotros mismos con pequeñas rutinas, por ejemplo: escuchar música. Si aún poniendo de tu parte, sientes que no es suficiente, El Teléfono de la Esperanza está aquí para escucharte. ¿Y tú? ¿cómo transitas hacia el invierno?

Texto escrito por: Elena Perego (voluntaria del Teléfono de la Esperanza)

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